Los métodos de enseñanza evolucionan con el tiempo, al igual que las herramientas disponibles a los educadores. Uno de esos métodos transformadores es ‘Enseñar en la Zona de Poder’, un concepto destacado en “The Fundamental Five Revisited“. Escrito por cuatro prominentes educadores, este libro establece cinco prácticas fundamentales para una instrucción excepcional, de las cuales la quinta, Trabajar en la Zona de Poder, merece nuestra atención hoy.
Entendiendo la Zona de Poder
Considerada el elemento que une y amplifica otras prácticas fundamentales, la Zona de Poder subraya la importancia de la proximidad física de un maestro a los estudiantes. Ya sea durante la instrucción o el seguimiento, esta cercanía influye significativamente en el proceso de aprendizaje. Irónicamente, a medida que las aulas se vuelven tecnológicamente mas avanzadas, con pantallas interactivas (IFP) repletas de una variedad de software, el enfoque del instructor a menudo se aleja de esta zona fundamental, gravitando en su lugar hacia el frente del aula, similar a una escena de la película de ciencia ficción donde Tom Cruise navega sin esfuerzo por su mundo virtual. Pero recuerden, el Sr. Cruise no estaba impartiendo conocimientos a una sala llena de estudiantes.
La importancia de la Zona de Poder
Muchos estudios respaldan la idea de que el hecho de que los maestros estén cerca de sus estudiantes – en la Zona de Poder – conduce a mejores resultados en el aula. Cuando los profesores trabajan en esta zona, los alumnos tienden a prestar más atención, a recordar lo que aprenden, a tener menos problemas de conducta, e incluso hace que otras estrategias de enseñanza funcionen mejor. Un importante estudio mostró claramente que cuando los maestros están cerca de los estudiantes, ayuda a los estudiantes a involucrarse más con la lección y hace que toda la clase sea más fácil de manejar.
Sin embargo, cuando las aulas se llenan de mucha tecnología nueva, puede tener un efecto secundario inesperado. Esta tecnología puede hacer que los maestros sientan que deben permanecer en sus escritorios, rodeados de todos estos dispositivos, casi como si estuvieran en un centro de comando. Doug Lemov, quien escribió “Enseña Como Un Campeón“, explica que esta situación es como tener una línea invisible en la parte delantera del aula que los maestros dudan en cruzar, especialmente si hay una pantalla táctil allí. Es como si la tecnología dijera: “Quédate aquí, no te muevas”, que es lo opuesto de lo que buscamos.
ScreenBeam: Cerrando la brecha
ScreenBeam permanece en la parte delantera del aula en lugar del maestro, para que ella/él no tenga que estar allí. Podemos conectar cualquier dispositivo (Windows, MacOS, iOS, Android y Chrome) a cualquier pantalla, a cualquier proyector, e incluso a esa pantalla interactiva (IFP) que continuamente interrumpe la conexión inalámbrica. Le ofrecemos las funciones de anotación y marcación, y touchback inalámbrico en cualquier dispositivo Windows si el maestro o un estudiante aún necesitan interactuar con el IFP – sin conectar ningún cable. Y lo que es más importante, le permitimos enseñar desde la Zona de Poder y romper esa barrera aún cuando use la tecnología. Si no tiene un ScreenBeam, es fácil agregar uno y probarlo. Vea por qué más de 350.000 aulas utilizan la tecnología ScreenBeam, y miles más se unen cada día. Establecemos el estándar y luego lo elevamos; otros apenas se están poniendo al día. Contáctenos hoy mismo.
David es Gerente Senior de Alianzas Estratégicas en Educación para ScreenBeam